Lanzar al mercado un producto único, diferente y original.
Desde la elección del nombre, juego de palabras, hasta la creación de la imagen se apuesta por un discurso un tanto irreverente pero a su vez atractivo con el fin de dar vida propia al producto.
La búsqueda de un nombre diferente, arriesgado y que definiese al producto nos permite dejarnos llevar en la narración visual del conjunto de elementos que componen la etiqueta.